Este libro es un paraíso para todo filosofer. Para el que es ya un erudito y para el que quiere meterse en este mundo del pensamiento y las palabras. Me parece increíble que se logre mantener un equilibrio y mantener felices a unos y a otros. Y mandar un mensaje tan acertado y salvaje. Una visión tan canalla, llena de rock y con aire de amor a la utopía y la nostalgia. Un equilibrio entre los mismos ingredientes, que yo misma trato de mantener en redes, pero que muchas veces me parece casi imposible de lograr. Y este libro, este libro es Dios. (Que Nietzsche me perdone). Este libro tiene el equilibrio perfecto. También entre filosofía y literatura. Es de los ensayos más amenos que he leído en tiempo. Porque sabe jugar con los ritmos y las palabras. En serio, una joya.